Por suerte aquí en el hostel tenemos internet gratuito, así que aquí me tenéis de nuevo para comentar mis andanzas. Además como veis he podido configurar el teclado, así que le doy de nuevo la bienvenida a mis amigas las tildes.
El viernes empezamos muy temprano (Yolanda a las 4 de la mañana, yo a las 5) a preparar la maleta. El motivo es muy sencillo, la tarde anterior tras el último día de clase (con discurso en japonés incluído, tanto por parte de Yolanda como de la mía) nos fuimos de karaoke en lugar de ir a casa a preparar las cosas... Sí, hay vídeos del evento. No, no los voy a colgar aquí (por haber terceros implicados).
Después fuimos a Nagoya donde cogimos el shinkansen hasta Kioto (京都). La verdad es que hemos pagado un poco el ser novatos, porque nos hemos dedicado a coger el shinkansen a diestro y siniestro para viajes largos, sin plantearnos otras opciones más lentas pero, eso sí, más baratas.
A partir de Osaka eso cambió, pero ya teníamos reservado el de Kioto, así que... Pero eso sí, del viaje ni nos enteramos, con lo cansados que íbamos nos dormimos en Nagoya y nos despertamos en Kioto. Media horita de viaje.
Lo primero como siempre el hostel, y de nuevo hasta las 3 no podíamos entrar, así que dejamos las mochilas y nos fuimos a visitar la zona en la que se encuentra nuestro hostel. Estamos justo en el borde entre la zona centro, repleta de inmensos centros comerciales, y el barrio de Gion, lleno de restaurantes y, como no, pachinkos.
Primero fuimos al mercado diario de Nishiki, largo como un día sin pan y lleno de toda la variedad de alimentos imaginable. Puedes encontrar desde caracoles marinos vivos hasta tortugas.
Después de comer en el mercado recorrimos Shijo dori, una de las calles comerciales más grandes de la zona, y entramos en el Daimaru, un centro comercial bastante grande. Nuestro objetivo aquí no era otro que el sótano donde suele encontrarse (oh, sí) la zona de mercado de comida. Ésta no nos decepcionó. Es muy grande y está repleta de dulces típicos de la zona. Uno de los dulces que encontraréis por todas partes si viajais por Kioto (y algunas otras ciudades) es el yatsuhashi (八つ橋) una pasta de arroz cocida, con canela y rellena con el omnipresente anko. No puedo describir con palabras lo bueno que está. Después de probar las muestras gratuitas nos compramos una caja y como ya supondréis no duró mucho.
Por la noche fuimos a la zona de Gion (a la vuelta de la esquina, literalmente). Este barrio es famoso sobre todo por las geishas y, efectivamente, vimos a 2 dentro de un restaurante acompañando a, imaginamos, un cliente. Esto fue además en una de las calles más bonitas que hemos visto en Kioto y mientras nos comíamos los Yatsuhashi, así que fue un momento perfecto.
Después cenamos en el restaurante más extraño en el que estado en Japón. O en cualquier otro sitio. Además de las sillas para los cliente tiene otras ocupadas por maniquíes vestidos con kimonos, y las paredes están cubiertas de tablillas de madera con dibujos de naturaleza sexual muy explícita. Aparte de esto nos trajeron la carta aunque en ella sólo había una enorme foto del único plato que servían, una especie de okonomiyaki... Fue interesante.
Al día siguiente nos levantamos con energías y fuimos a hacer una ruta de templos por Gion. Empezamos por el Chion in, de un tamaño bastante considerable incluyendo una puerta del recinto de dos plantas (supuestamente la más grande de Japón, aunque se llevará poco con la del Todaiji).
Después dimos un paseo por un parque cercano, el Maruyama Koen. Aquí se encuentran algunos cerezos llorones que deben estar preciosos en flor... pero la sakura ya se ha caído. Al lado vimos un pequeño templo llamado Higashi Otani.
Más al sur estaba el Kodaiji (no confundir con Todaiji), al lado del cual se levanta una enorme estatua de Kannon una de las diosas budistas más veneradas.
A continuación, bajando por calles atestadas de gente y de puestos de comida, estaba uno de los templos más visitados de la zona, el kiyomizu dera (清水寺). Aquí había unas buenas vista de las montañas cercanas y un bonito balcón al que no entramos porque había que pagar...
Por si no fuera poco al final de la tarde fuimos al templo de sanjusangendo (三十三間堂). Esta fue probablemente la mejor visita del día. En el interior (aquí sí pagamos entrada) se encuentra 1001 estatuas de kannon. 1000 de ellas son pequeñas (1,60 m más o menos) y 1 se sitúa en el centro de todas ellas y mide 3, 5 metros. Además frente a las 1000 estatuas y alrededor de la central se encuentran 28 estatuas de los dioses protectores. Las figuras de Kannon tienen cada una 42 brazos, que representa a los 1000 brazos que se supone tiene la diosa, porque cada brazo salva 25 mundos. Todas las estatuas son originales de los siglos XII y XIII. Os podéis imaginar que ver esta colección es una verdadera maravilla. Por desgracia no se permiten hacer fotos, pero podéis econtrar cientos de ellas por internet.
Y llegamos por fin a hoy. Nos hemos hinchado a andar. Hemos visitado el santuario shinto de Fushimi Inari, que consiste principalmente en un complejo de santuarios situados en mitad de la montaña en un recorrido marcado por cientos de toriis rojos (sí, esa foto que todos habréis visto). Es un recorrido muy bonito, pero ciertamente cansado (son unos 4 km de tramos de escalera). Sé que no estamos en forma, pero aunque no os lo creáis nos lo hemos hecho entero.
Después pensabamos ir al Kofuku ji, otro templo con unos jardines bastante conocidos, pero estábamos molidos, así que nos hemos ido a la estación de Kioto a comer. La estación en sí es un destino turístico, ya que se trata de una construcción de lo más peculiar, y además desde arriba hay unas buenas vistas de la ciudad. Hay en su interior un centro comercial (igual que en la estación de Nagoya, aunque lo de Nagoya es aun más exagerado...) y unos cuantos restaurantes incluyendo una planta exclusiva de bares de ramen (he tenido que sujetar a Holly para que no se lanzara a por ellos). También nos hemos encontrado con una tienda de artículos basados en la obra de Osamu Tezuka. Lo que más me ha llamado la atención es que había todo tipo de muñecos, dulces, llaveros... ¿¡pero no había manga!?
Por la noche hemos salido un rato por Pontocho, una de las zonas de fiesta cercanas al hostel y donde también se supone que suelen verse geishas, aunque nosotros no hemos visto ninguna. Y después de cenar... aquí a hacer la entrada. Para que no os quejéis de como os trato.
Curiosidades.
-Aquí en Kioto ha surgido un tipo de negocio cuya eliminación exijo desde ya. Se trata de estudios donde las mujeres pueden "disfrazarse" de geisha, con peinado, traje y maquillaje incluído. Por un poco más además de las fotos puedes salir a darte una vuelta con el traje puesto. Si vais en época turística (como es esta, la próxima semana es fiesta hasta el miércoles, la "golden week") veréis un número un tanto alto de maiko (geisha joven que aun no ha alcanzado el grado de geiko). La razón es que el "disfraz" de maiko es más barato... Personalmente me parece una ridiculez, y no hace sino estropear una de las tradiciones más antiguas y más interesantes de Kioto, aparte de joder ese momento tan especial que es encontrarte con una geisha por la calle (¿será de verdad? ¿no? a ver cómo anda. A ver quién la acompaña. Ay no sé, creo que sí, pero...). Señoras, si le sobra dinero gástenselo en sushi (o invítenme a mí, que está muy caro).
Comidas probadas.
-Nishin soba. Soba con una pieza de arenque frito en una salsa dulce. Buenísmo y nada caro. Al parecer es un plato típico de Kioto.
-Yatsuhashi. Lo ya comentado. Una delicia.
-Okonomiyaki raro en el "creepy" bar.
-Donburi de ternera. Básicamente un cuenco de arroz cubierto de ternera guisada. En general todo plato de este tipo (arroz cocido con algo encima) se llama donburi.
-Helado de sésamo y vainilla con miel. Sé que lo del sésamo os puede sonar raro, pero creedme, sólo de recordarlo estoy mojando el teclado de babas.
-Bento baratejo del super (con cerdo empanado, arroz y una ensalada sencillita)
-Pasta en un restaurante italiano regentado por japoneses. Concretamente unos espaguetis bolognesa y otros un poco más raros que no sé exactamente qué llevaban.
-Kimchi chahan. Un arroz muy bueno con salsa y... no sé, algo más.
-Pizza de pasta de arroz con bacalao.
El viernes empezamos muy temprano (Yolanda a las 4 de la mañana, yo a las 5) a preparar la maleta. El motivo es muy sencillo, la tarde anterior tras el último día de clase (con discurso en japonés incluído, tanto por parte de Yolanda como de la mía) nos fuimos de karaoke en lugar de ir a casa a preparar las cosas... Sí, hay vídeos del evento. No, no los voy a colgar aquí (por haber terceros implicados).
Después fuimos a Nagoya donde cogimos el shinkansen hasta Kioto (京都). La verdad es que hemos pagado un poco el ser novatos, porque nos hemos dedicado a coger el shinkansen a diestro y siniestro para viajes largos, sin plantearnos otras opciones más lentas pero, eso sí, más baratas.
A partir de Osaka eso cambió, pero ya teníamos reservado el de Kioto, así que... Pero eso sí, del viaje ni nos enteramos, con lo cansados que íbamos nos dormimos en Nagoya y nos despertamos en Kioto. Media horita de viaje.
Lo primero como siempre el hostel, y de nuevo hasta las 3 no podíamos entrar, así que dejamos las mochilas y nos fuimos a visitar la zona en la que se encuentra nuestro hostel. Estamos justo en el borde entre la zona centro, repleta de inmensos centros comerciales, y el barrio de Gion, lleno de restaurantes y, como no, pachinkos.
Primero fuimos al mercado diario de Nishiki, largo como un día sin pan y lleno de toda la variedad de alimentos imaginable. Puedes encontrar desde caracoles marinos vivos hasta tortugas.
Después de comer en el mercado recorrimos Shijo dori, una de las calles comerciales más grandes de la zona, y entramos en el Daimaru, un centro comercial bastante grande. Nuestro objetivo aquí no era otro que el sótano donde suele encontrarse (oh, sí) la zona de mercado de comida. Ésta no nos decepcionó. Es muy grande y está repleta de dulces típicos de la zona. Uno de los dulces que encontraréis por todas partes si viajais por Kioto (y algunas otras ciudades) es el yatsuhashi (八つ橋) una pasta de arroz cocida, con canela y rellena con el omnipresente anko. No puedo describir con palabras lo bueno que está. Después de probar las muestras gratuitas nos compramos una caja y como ya supondréis no duró mucho.
Por la noche fuimos a la zona de Gion (a la vuelta de la esquina, literalmente). Este barrio es famoso sobre todo por las geishas y, efectivamente, vimos a 2 dentro de un restaurante acompañando a, imaginamos, un cliente. Esto fue además en una de las calles más bonitas que hemos visto en Kioto y mientras nos comíamos los Yatsuhashi, así que fue un momento perfecto.
Después cenamos en el restaurante más extraño en el que estado en Japón. O en cualquier otro sitio. Además de las sillas para los cliente tiene otras ocupadas por maniquíes vestidos con kimonos, y las paredes están cubiertas de tablillas de madera con dibujos de naturaleza sexual muy explícita. Aparte de esto nos trajeron la carta aunque en ella sólo había una enorme foto del único plato que servían, una especie de okonomiyaki... Fue interesante.
Al día siguiente nos levantamos con energías y fuimos a hacer una ruta de templos por Gion. Empezamos por el Chion in, de un tamaño bastante considerable incluyendo una puerta del recinto de dos plantas (supuestamente la más grande de Japón, aunque se llevará poco con la del Todaiji).
Después dimos un paseo por un parque cercano, el Maruyama Koen. Aquí se encuentran algunos cerezos llorones que deben estar preciosos en flor... pero la sakura ya se ha caído. Al lado vimos un pequeño templo llamado Higashi Otani.
Más al sur estaba el Kodaiji (no confundir con Todaiji), al lado del cual se levanta una enorme estatua de Kannon una de las diosas budistas más veneradas.
A continuación, bajando por calles atestadas de gente y de puestos de comida, estaba uno de los templos más visitados de la zona, el kiyomizu dera (清水寺). Aquí había unas buenas vista de las montañas cercanas y un bonito balcón al que no entramos porque había que pagar...
Por si no fuera poco al final de la tarde fuimos al templo de sanjusangendo (三十三間堂). Esta fue probablemente la mejor visita del día. En el interior (aquí sí pagamos entrada) se encuentra 1001 estatuas de kannon. 1000 de ellas son pequeñas (1,60 m más o menos) y 1 se sitúa en el centro de todas ellas y mide 3, 5 metros. Además frente a las 1000 estatuas y alrededor de la central se encuentran 28 estatuas de los dioses protectores. Las figuras de Kannon tienen cada una 42 brazos, que representa a los 1000 brazos que se supone tiene la diosa, porque cada brazo salva 25 mundos. Todas las estatuas son originales de los siglos XII y XIII. Os podéis imaginar que ver esta colección es una verdadera maravilla. Por desgracia no se permiten hacer fotos, pero podéis econtrar cientos de ellas por internet.
Y llegamos por fin a hoy. Nos hemos hinchado a andar. Hemos visitado el santuario shinto de Fushimi Inari, que consiste principalmente en un complejo de santuarios situados en mitad de la montaña en un recorrido marcado por cientos de toriis rojos (sí, esa foto que todos habréis visto). Es un recorrido muy bonito, pero ciertamente cansado (son unos 4 km de tramos de escalera). Sé que no estamos en forma, pero aunque no os lo creáis nos lo hemos hecho entero.
Después pensabamos ir al Kofuku ji, otro templo con unos jardines bastante conocidos, pero estábamos molidos, así que nos hemos ido a la estación de Kioto a comer. La estación en sí es un destino turístico, ya que se trata de una construcción de lo más peculiar, y además desde arriba hay unas buenas vistas de la ciudad. Hay en su interior un centro comercial (igual que en la estación de Nagoya, aunque lo de Nagoya es aun más exagerado...) y unos cuantos restaurantes incluyendo una planta exclusiva de bares de ramen (he tenido que sujetar a Holly para que no se lanzara a por ellos). También nos hemos encontrado con una tienda de artículos basados en la obra de Osamu Tezuka. Lo que más me ha llamado la atención es que había todo tipo de muñecos, dulces, llaveros... ¿¡pero no había manga!?
Por la noche hemos salido un rato por Pontocho, una de las zonas de fiesta cercanas al hostel y donde también se supone que suelen verse geishas, aunque nosotros no hemos visto ninguna. Y después de cenar... aquí a hacer la entrada. Para que no os quejéis de como os trato.
Curiosidades.
-Aquí en Kioto ha surgido un tipo de negocio cuya eliminación exijo desde ya. Se trata de estudios donde las mujeres pueden "disfrazarse" de geisha, con peinado, traje y maquillaje incluído. Por un poco más además de las fotos puedes salir a darte una vuelta con el traje puesto. Si vais en época turística (como es esta, la próxima semana es fiesta hasta el miércoles, la "golden week") veréis un número un tanto alto de maiko (geisha joven que aun no ha alcanzado el grado de geiko). La razón es que el "disfraz" de maiko es más barato... Personalmente me parece una ridiculez, y no hace sino estropear una de las tradiciones más antiguas y más interesantes de Kioto, aparte de joder ese momento tan especial que es encontrarte con una geisha por la calle (¿será de verdad? ¿no? a ver cómo anda. A ver quién la acompaña. Ay no sé, creo que sí, pero...). Señoras, si le sobra dinero gástenselo en sushi (o invítenme a mí, que está muy caro).
Comidas probadas.
-Nishin soba. Soba con una pieza de arenque frito en una salsa dulce. Buenísmo y nada caro. Al parecer es un plato típico de Kioto.
-Yatsuhashi. Lo ya comentado. Una delicia.
-Okonomiyaki raro en el "creepy" bar.
-Donburi de ternera. Básicamente un cuenco de arroz cubierto de ternera guisada. En general todo plato de este tipo (arroz cocido con algo encima) se llama donburi.
-Helado de sésamo y vainilla con miel. Sé que lo del sésamo os puede sonar raro, pero creedme, sólo de recordarlo estoy mojando el teclado de babas.
-Bento baratejo del super (con cerdo empanado, arroz y una ensalada sencillita)
-Pasta en un restaurante italiano regentado por japoneses. Concretamente unos espaguetis bolognesa y otros un poco más raros que no sé exactamente qué llevaban.
-Kimchi chahan. Un arroz muy bueno con salsa y... no sé, algo más.
-Pizza de pasta de arroz con bacalao.
3 comentarios:
Jooooooooder tio con tu blog ... si es casi un diario ... podrias escribir un libro con esto que tienes jajajajajajajaja ...
Esta super chulo tron ... a ver si no se me olvida el link y te voy siguiendo jejejejeje ... esta genial ...
Sigue pasandotelo bien ;) ... y saludame a esa tal Susi por ahi ...
Ya leo como os poneis de caminatas, fotos y comida hasta las orejas jajaja.
Las fotos son muy bonitas, vaya resolucion que tienen y que lugares tan peculiares.
Teneis que mantener más el blog, que lo teneis muy olvidado.
Sois unos exploradores incansables!
Despues de leer las entradas me da la sensacion de que nos pasamos el dia comiendo...o por lo menos babeando enfrente de los escaparates...
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