Una vez dado el aviso en el trabajo ya me siento con libertad para concretar lo que la mayoría de lectores ya sabéis. El día 28 de febrero nos marchamos de Irlanda. ¿Definitivamente? Pues con toda probabilidad sí, aunque nunca digas nunca… Pero no creáis que con esto se acaban nuestras aventuras. Ni mucho menos, de hecho nos lanzamos a una mayor, puesto que el día 30 de marzo tomamos rumbo a Japón.
“Oh, no ¿y qué será del blog?” os preguntaréis con lágrimas en los ojos. Pues continuaremos con él como y cuando podamos desde allí. Cambiaremos el nombre y quizá hagamos alguna otra remodelación, aunque mantendremos la misma dirección para que no tengáis que actualizar vuestro google reader. Hasta el momento en que nos marchemos seguiremos actualizando con nuestra asombrosa frecuencia habitual acerca de lo mismo de siempre así como de preparativos para la marcha de Irlanda y para el viaje a Japón.
De momento os podemos adelantar un poco de nuestro calendario:
28 febrero. Volvemos a España.
Marzo. Preparativos y papeleo (quizá nos toque volver algún día a Dublín para terminar el rollo burocrático)
30 marzo. Vuelo a Tokyo con escala en Beijing.
31 marzo. Llegada a Tokyo. Tren a Nagoya y de Nagoya a Okazaki. Sí, va a ser un palizón.
2-30 abril. Curso intensivo de japonés.
1 mayo – 24 junio aprox. Recorrido por Japón mochila al hombro. Este recorrido, aunque ya lo tenemos más o menos decidido ya os lo iremos contando poco a poco.
Después de esto hay un vacío, porque no sabemos qué será de nuestras vidas. Me encanta la incertidumbre…
Una pequeña entrada para comentar que Jelens nos ha otorgado dos premios:
Blog amiguete
Blog You make me happy
He de decir que me siento muy honrado, aunque teniendo en cuenta la frecuencia con la que actualizamos no estoy muy seguro de merecérnoslos... En cualquier caso ¡muchas gracias!
Sí, sí, hemos tardado en volver a publicar. Pero bueno, esto comparado con el último parón de 6 meses no es nada, eh… Esta entrada de por sí va con unos 10 días de retraso, aunque más vale tarde que nunca.
El año pasado prácticamente obligamos a nuestras familias a venir en navidades aquí, así que éste nos tocaba reciprocar e ir nosotros. Y falta nos hacía. Desde que llegamos a Dublín en julio de 2007 sólo habíamos vuelto a España un fin de semana de mayo, y porque íbamos a una boda, así que le teníamos ganas. Prácticamente nos hemos sentido como turistas.
Empezamos el martes 23 yendo a hacer las obligadas compras navideñas. Pensamos que sería una odisea ir por el centro de Madrid el día antes de Nochebuena de compras, pero la verdad es que tampoco fue tan terrible. Y también es cierto que terminamos las compras de regalos para la familia y nos dedicamos luego a nuestros caprichos, empezando por un gofre en el puesto enfrente de la Fnac, siguiendo con la visita obligada a la propia Fnac y a mis tiendas de comics y terminando con un bocata de calamares y una caña en la terraza del Brillante (sí hacía temperatura como para estar en la terraza, de hecho estaba llena).
Una de las propuestas que me hice a mí mismo para esta visita fue la de comer como un cerdo. Y la cumplí a rajatabla. Pasamos Nochebuena y Navidad en casa de los padres de Holly y su tarea en esos dos días fue básicamente la de cebarnos cual ganado. Y oye, no seré yo el que se queje.
El 26 y el 27 como fin de semana que era salimos de fiesta con los amigos, a los que hacía alrededor de año y medio que no veíamos (salvo los que se han dignado a visitarnos, claro está). El domingo 28 quedamos también con otros antiguos visitantes de las tierras de Hibernia, Cassidy y Airin.
El lunes 29 pretendíamos ir a ver la exposición de Star Wars que estaba en la Fundación Canal, pero la cola era kilométrica, así que decidimos coger entradas para el siguiente día. Lo que sí vimos fueron las 4 torres, que cuando nos fuimos estaban aun siendo construidas (y la verdad es que nunca pase por la zona durante esa época). Choca bastante ver ahora eso en mitad de la ciudad.
Después fuimos a jugar a los bolos, donde gané una partida por primera vez en mi vida (sin contar la Wii). Hasta ahora mi posición permanente era penúltimo. Aquí está la prueba:
Por la noche fuimos a un (otro) concierto de Mamá Ladilla en Carabanchel, el primero que veo con el nuevo bajista. Estuvo bien, pero esperaba alguna canción nueva después de año y medio…
Al día siguiente sí que fuimos a ver la exposición. Es cierto que es un poco cara (10 euros) pero la verdad es que yo salí contento. Está bastante bien montada y tiene multitud de trajes, objetos e incluso bocetos originales. Me sorprendió bastante ver algunos de los diseños de Ralph McQuarrie para la trilogía original, donde acercándote un poco podías ver la marca del lápiz.
Lo mejor y peor de la exposición es que en la página web y en el folleto te especificaban que se podían hacer fotos, lo que está bien, salvo por el hecho de que estaban todas las vitrinas llenas de gente haciendo fotos a sus niños y era difícil acercarse a ver los objetos (me pareció de hecho oír a una mujer criticarme por acercarme mucho al cristal mientras ellos querían hacer una foto. No podría asegurar si se refería a mí o a otra persona, pero en cualquier caso ¡que le den señora, es una exposición, no un estudio de fotografía! Maldito esprit d’escalier). Bueno, ya se sabe, el que esté libre de pecado… Tengo que reconocer que nosotros nos hicimos un buen álbum. Como muestra un par de botones:
Después de esto decidimos tomarnos el resto de las vacaciones con calma. Celebramos Nochevieja y año nuevo en casa de mis padres y, como no íbamos a estar para Reyes, abrimos los regalos como es tradición, tirados por el suelo alrededor del árbol. Yo me lleve unos cuantos cómics, un videojuego y un pijama de Homer Simpson. Cómo me conocen y qué facilón soy. Tenemos una foto estupenda con la cara de mi madre cuando abrió su regalo, pero no la voy a subir, no soy tan malo.
Pues nada, eso dio de sí nuestro viaje. No nos dio tanta pena despedirnos porque sabemos que volveremos pronto. No preguntéis cuándo, nosotros lo sabemos y vosotros también, pero mis jefes no, así que shhh.