martes, 9 de diciembre de 2008

Cork

Este fin de semana hemos visitado por fin Cork, la última de las 5 ciudades más grandes de Irlanda (lo cual, claro no es decir mucho) que nos faltaba por visitar. La verdad es que no tiene muy buena fama, varias personas nos habían dicho lo fea que era. Y la verdad es que no es para tanto, es simplemente una ciudad normal. En cualquier caso Cork lo utilizamos como base para ver algo de los alrededores.

El sábado fuimos a Blarney, hogar de uno de los castillos más conocidos de Irlanda. El castillo está más o menos bien conservado, y si bien no es especialmente bonito, es una gozada poder pasear escaleras de caracol arriba y abajo pasando por las múltiples salas. En la cima de la torre se encuentra la famosa piedra de Blarney que se supone que concede el don de la elocuencia a quien la besa. Esta es una de esas costumbres bastante tontas pero, la verdad, bastante divertida. Para besarla hay que tumbarse de espaldas casi sin apoyo en el suelo y echar la cabeza hacia atrás casi 90º. Tal que así:

Y no es por costumbre, es que no hay otra manera de alcanzar la dichosa piedra, que se encuentra sobre un agujero a unos 20 metros del suelo. Por suerte ahora hay una reja que protege de la caída, pero ésta no siempre estuvo allí…


Después recorrimos los jardines del castillo. Si hay algo que me sorprende en este país es la absurda manía que tiene la gente con tirar monedas en cuanto se encuentran frente a cualquier lugar con agua. En cada puente del río podías asomarte y veías brillar un montón de céntimos. Estoy convencido de que alguien podría ganarse la vida sólo recogiendo estas monedas.

Por cierto, ¿alguna vez os habéis planteado que fue de Snoopy? Pues aquí tenéis la triste respuesta:

Bueno, la historia real también tiene su cosa, ya que se trata del cementerio de caballos de la finca.

Ya de vuelta en Cork descubrimos algo que tiene esta ciudad y que no tiene Dublín, un mercado decente. Aquí pudimos encontrar de todo, desde carne de canguro y cocodrilo (en serio) hasta ¡callos! Magnífico.

El domingo por la mañana después de dejar el albergue y cargando a todas partes con las mochilas fuimos a visitar el pueblo de Cobh. Se trata de un pueblo costero con una larga tradición marinera… y de hundimientos. Aquí fue donde el Titanic hizo su última parada. Igualmente fue enfrente de su costa donde se hundió el Lusitania, un barco de pasajeros que fue torpedeado por un submarino alemán en la Primera Guerra Mundial. La gente del pueblo salió en barcos a recoger a los heridos. Como podéis imaginar ambos hechos son recordados por placas y monumentos.

El pueblo en sí es pequeño, con una serie de casas de diversos colores que le dan un aspecto divertido. Hay una amplia catedral sobre una colina que destaca enormemente con las casas que la rodean.

Finalmente con algo de miedo pagamos la entrada del centro de interpretación del patrimonio (a los sitios que tienen este nombre suele acompañarles la palabra cutre). Y nos sorprendió gratamente. Posee una exposición muy cuidada acerca del Titanic, el Lusitania, los barcos de vapor que zarpaban de aquí rumbo a América, las migraciones masivas de irlandeses, el transporte de presos hasta Australia… Definitivamente recomendable.

martes, 2 de diciembre de 2008

Friki en Dublín

Los que me conocéis (o sea todos los que leeis el blog) sabéis que soy un poco friki. Bueno, algunos dirían muy, pero eso es otra discusión. Pero es obvio que esto da otra perspectiva específica de la ciudad que no he visto mucho por ahí así que creo que me toca comentarla a mí.

Una de las primeras cosas que busqué antes incluso de llegar a Dublín fueron tiendas de comics. En Madrid el número de tiendas de comics es incontable, acumulándose en algunos sitios que bien conocemos hasta 6 ó 7 en apenas 100 metros a la redonda. Así que viniendo de allí era obvio que aquí me esperaba una decepción. Cuando llegué aquí había (que yo conozca) tres tiendas normales de comics más una exclusiva de back issues (números atrasados), pero desde entonces una de ellas ha cerrado. De modo que nos queda una tienda (pequeña) en Exchequer Street, y la tienda de la cadena internacional Forbidden Planet en Aston Quay, al lado de Temple Bar. La de back issues está también en Temple Bar. Sin duda Forbidden Planet es la que gana, siendo un espacio mayor y con mucha más variedad. Tiene 2 plantas y un entresuelo. Arriba están los mangas. En estos lares las ediciones van más atrasadas que las de España con respecto a las japonesas. En el sótano está el cómic americano. Aquí lo bueno es que la edición va casi a la vez que en Estados Unidos, de modo que puedes conseguir tanto las series regulares como los tomos apenas una semana después de que haya salido allí. Pero la estrella sin duda es la planta baja, dedicada en exclusiva a figuras y coleccionismo. Es en este sitio donde descubrí la pasión que existe en este país por Doctor Who, serie originaria de la vecina Gran Bretaña.

Para los aficionados a Warhammer existe un Games Workshop si no me equivoco cerca del barrio italiano. Pero como yo nunca me metí en este género busqué recientemente lo que me interesaba a mí ,una tienda de juegos de rol y/o juegos de mesa. Y existe. Una. Está en Dorset Street. Se trata de Miniatures Inc. Es una tienda con bastante espacio, pero lamentablemente mal aprovechado. También está especializado en figuras, pero tiene un rincón para los juegos de rol y juegos de mesa. Como ya he dicho, no obstante, la variedad es más bien escasa.

Ahora bien, el punto positivo de Dublín es que cada dos pasos te vas tropezando con una librería. Ya comenté en alguna otra ocasión sobre esto. En Dawson Street se encuentra mi favorita Hodges Figgis, una de las librerías más antiguas de Dublín y que se menciona en el Ulysses, con una buena sección de ciencia ficción y fantasía, y un par de estanterías bien cargadas de terror. Aquí hay bastante variedad, puedes encontrar un poco de todo, pero no muy especializado. Justo enfrente está Waterstones (de hecho pertenecen actualmente a la misma cadena). Aquí la sección de fantasía y ciencia ficción es más pequeña, pero se pueden encontrar algunas curiosidades difíciles de encontrar en otras tiendas. Fue en Waterstones donde pude encontrar los libros 2 y 3 de Wild Cards (serie de novelas de superhéroes que os recomiendo). Cuando compré el volumen 3 el dependiente se mostró entusiasmado porque alguien las comprara ya que al parecer era él el que procuraba que hubiera siempre algún volumen de la saga en la estantería.

Respecto a tiendas de videojuegos poco que decir, la ciudad está plagada de tiendas Game y Gamestop, amén de otras menos conocidas. Es el mercado de moda.

Por supuesto que todo esto se puede encontrar por internet, pero es un placer, al menos para mí, poder pasear por las tiendas ojeando libros y comics. En resumen no es que estemos en una ciudad demasiado geek, pero bueno, hay suficiente material como para mantenerme con vida...

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